Foto por Amnistía Internacional
Según la página web del gobierno de Jalisco, el derecho al aborto voluntario depende de tres condiciones: si el embarazo es resultado de una violación, si pone en peligro la vida de la persona embarazada, o si el aborto fuera causa de un accidente. La interrupción de embarazo por decisión propia de la mujer no es legal según el Código Penal del estado. Un aborto voluntario aparece entonces como un proceso largo y costoso, física y mentalmente, para las personas competentes. Aun así, podemos decir que Jalisco esta avanzado en ese tema, ya que la situación en otros estados es todavía mas compleja. Pero apareció un rayo de esperanza para el país.
El 15 de septiembre de 2023 marcó un giro importante para la igualdad de género en México. Ese día, la Suprema Corte pronunció la despenalización del aborto voluntario en todos los estados del país, porque consideró que castigarlo era “inconstitucional” y “una violación de los derechos de la mujer”.
En los textos, eso quiere decir que ninguna mujer o persona en capacidad de procrear puede ser juzgada o condenada por la práctica del aborto voluntario. También implica el derecho y la posibilidad de abortar en cualquier centro de salud pública del país, y el derecho para el personal médico de practicar este servicio sin riesgo de castigo.
Además, todas las mujeres condenadas o en proceso de juicio por haber abortado, que serían más de 200 detenidas según la asociación “Las Libres”, se beneficiarían de una absolución.
Esa decisión llevada por varias organizaciones feministas, especialmente el movimiento latinoamericano “Ola Verde”, permite la unificación de la legislación a nivel federal, ya que antes, la situación era muy variable de un estado a otro. En algunos era totalmente prohibido, considerado crimen, y en otros era posible según diferentes condiciones, particularmente sobre el plazo autorizado.
Pero la realidad es un poco diferente de lo que está escrito.
El derecho al aborto no está garantizado en todos los estados de México. Algunos siguen considerándolo crimen en su Código Penal, todavía aceptan denuncias; y, aunque esas denuncias no pueden ser recibidas por un juez, inician procesos penales. Según la abogada de la organización feminista “GIRE” Verónica Esparza en una entrevista para la BBC: “eso no tendría ni que ocurrir. El hecho de que no se vaya a llegar a un juicio no quita que haya implicaciones y cargas emocionales para las víctimas”.
Otro punto, las mujeres podrían ver su voluntad de abortar rechazada, porque la ley permite una negativa por parte del personal médico por razones de conciencia, entonces no tienen garantía de poder interrumpir su embarazo en todos los casos.
Hay que admitir el gran paso producido por esa decisión en cuanto a los derechos de la mujer en México, pero es una ley que todavía necesita más claridad, más unificación en su reglamentación y su aplicación.
Según las y los activistas feministas, un servicio de salud no debería ser cuestionado y discutido en términos legislativos. El derecho y poder de decisión debería pertenecer a las personas competentes, en un debate donde, demasiado a menudo, opinan en mayoría hombres que no tienen capacidad de procrear.
Insisten también sobre la importancia de seguir luchando para este derecho siempre cuestionado, poniendo el ejemplo de lo que pasó hace poco detrás de las fronteras, en Estados Unidos, o de todas las protestas en contra del aborto voluntario que siguen ocurriendo en el país.
La situación en nuestro estado de Jalisco también parece tener un margen de evolución, ya que solo se autoriza la interrupción del embarazo en casos específicos, detallados más arriba. La decisión propia de una mujer sobre un asunto que impactaría su vida entera no está reconocida como suficiente. En la página web, están registrados 7 hospitales donde practican este servicio aquí en Jalisco, un número bastante bajo …
Una situación que parece en curso de evolución, pero que sigue siendo muy desigual y frágil, a pesar de que se trata de un tema esencial, relacionado con el derecho de decidir acerca de su propio cuerpo, y, adicionalmente, de su propia vida.