Carlos Martínez Martínez, muralista originario de Tuxpan, Jalisco, nació el 12 de mayo de 1996. Se distingue por su sonrisa marcada y su facilidad para conversar. A través de su trabajo, ha dejado huella en numerosos muros, transformando espacios con color y significado.
Desde pequeño sintió una atracción especial por el dibujo, en particular por la figura humana. Al observar a su padre, quien también dibujaba de manera ocasional, comenzó a plasmar sus primeros dibujos con carbón, ya que no contaba con materiales de arte por lo costosos que son. Con el tiempo, su interés por el arte fue creciendo, llevándolo a experimentar con diferentes técnicas y estilos.
Egresado de la carrera de Arquitectura del Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán, Carlos descubrió que su inclinación se dirigía más hacia lo artístico que hacia el dibujo técnico. Antes de dedicarse por completo al muralismo, trabajó como ayudante de albañil en Guadalajara, lo que le permitió conocer la escala de los edificios y desarrollar una visión más amplia.
Su verdadera inspiración para pintar murales surgió al conocer el trabajo de artistas como Ron Morales. Al observar a muralistas intervenir espacios y complementar la arquitectura con el arte, descubrió una nueva manera de combinar su gusto por el dibujo con su carrera. Desde entonces, ha participado en la creación de más de 25 murales junto a su amigo y colega Iván Guzmán, en un proyecto que ambos consideran “del pueblo y para el pueblo”.
La cultura mexicana y las tradiciones de su municipio son la base de su obra. A través de sus murales, busca preservar y enaltecer la identidad de su comunidad. En su estilo destaca los ojos como elemento central, pues considera que transmiten emociones y profundidad, convirtiéndose en una de sus firmas artísticas.
Para Carlos, el muralismo es más que un oficio; es una forma de vida y una terapia. En sus inicios, la inspiración lo llevaba a trabajar a cualquier hora, pero con el tiempo logró equilibrar su pasión con sus responsabilidades diarias. A pesar de los desafíos, sigue comprometido con el arte urbano y motiva a las nuevas generaciones. “Siempre te van a criticar, pero hay que atreverse a expresarse”.
Carlos Martínez Martínez continúa transformando espacios y dejando una huella en la memoria de las personas. Además, reconoce la importancia de la difusión del arte y la cultura, agradeciendo a quienes apoyan la visibilización de su trabajo. “Gracias a ustedes, nuestro trabajo llega a más personas y nos ayudan a difundir nuestra cultura en otros lugares”.