Confío en que habrá un enfrentamiento final entre los oprimidos y los opresores. Confío en que habrá un choque entre los que quieren libertad, justicia e igualdad para todos y los que quieren continuar con el sistema de explotación.
Malcolm X
La reforma constitucional al Poder Judicial será votada este martes en el Senado, tras haber sido aprobada en la Cámara de Diputados el pasado miércoles. Las personas están enojadas, están felices, estamos confundidas. Ahora los ricos también salen a marchar. La democracia está en riesgo y pronto México será una dictadura, nos van a racionar la comida y compartiremos cepillo de dientes.
Si bien es cierto que la iniciativa fue aprobada de manera bastante rápida, ya que ¾ partes de la Cámara pertenecen al partido de la 4T, se nos olvida de quién es la culpa. Y es que este partido se tomó la molestia de voltear a ver a aquellos que siempre han sido considerados inferiores, a aquellos que pasan a la par de todos, más nadie ve: los pobres. Y ¿qué hace un pobre cuando su denuncia no procede? o cuando se violentan sus derechos en procesos judiciales, o cuando se le acusa injustamente y pasan años antes de que reciba su sentencia. Pues se aguanta, y la gente se cansa de aguantar.
Parecemos olvidar que en México todos somos pobres. Conozco a personas con familiares desaparecidos que llevan años esperando respuestas, sentencias que nunca llegarán. Conozco zonas de Jalisco gobernadas por el crimen organizado, en donde los grandes jefes entran y salen de prisión cada cuanto, mientras han metido a la cárcel a personas por traer un churro de mota. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021, el 44 por ciento de las y los presos afirmaba haber sido acusado injustamente. Creo que a todos nos ha fallado el Poder Judicial, por eso nos emociona un cambio. La gente se cansa de aguantar.
Pero los jueces no son políticos, ni deben serlo. Aquellos y aquellas que estén encargadas de dictar sentencias deben ser completamente imparciales. Uno de los requisitos que se presentarán de ser aprobada la reforma, es que el candidato no debe ser militante de ningún partido ni haber ejercido un puesto federal, pero al ser elegidos por políticos, claro que se terminarán pintando de algún color. Otros puntos criticados son que habrá más protección al crimen organizado y que posiblemente se rompan relaciones diplomáticas con nuestro genocida vecino del norte, pero el que más le preocupa a los opositores es que el mexicano, así como tú y como yo y como todos, desde su estado de perpetua ignorancia, pueda elegir mediante el voto popular al Poder Judicial. Por el contrario, yo lo celebro. Si te opones a que se le dé el poder al pueblo, simplemente no perteneces a él.
Nos tocó vivir en un país que lleva años llorando las mismas penas, así que no queda más que afrontarlo o huir, y lo último se me haría bastante triste. Y recuerden que un gobierno que se autoproclama de izquierda, que se dice del pueblo, no borra a los desaparecidos, gasea a mujeres cada 8 de marzo, asesina periodistas y causa ecocidios. Una presidenta de izquierda no altera cifras en la tasa de feminicidios. Por cierto, ¿cuándo se aprueban las 40 horas?