Jodidamente tristes
– Necesito saber si no te me estás convulsionando – me dijo la psiquiatra, con rostro preocupado y palabras suavecitas, amables, como si quisiera disminuir el impacto de lo que acababa de decir. Quisiera nombrar todo lo que por mi mente pasó, pero francamente no recuerdo qué exactamente sentí en esos momentos, yo la que…